Estaciones del Alma

En realidad la vida de unión con Dios es cíclica, como las estaciones astronómicas que se repiten cada año. Así en la vida del espíritu, el cristiano pasa por varias primaveras, por diversos veranos, por distintos otoños y por múltiples inviernos.

La vida en Cristo, de la Iglesia peregrina, es preparación de los miembros de Cristo para la plenitud del amor y de la visión. Esta plenitud es preparada en los inviernos por la purificación de las virtudes teologales.

La vida nueva en el Espíritu son las arras del Esposo que prepara a la Esposa para la unión definitiva: la atracción del Espíritu hacia la unión definitiva hace exclamar a la Esposa: <<Ven, Señor Jesús, maranatha>>

Jesús María, S.L.P., México

Febrero 1995



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