Concepción Cabrera de Armida, que ha sido declarada Venerable, experimentó en su vida mística una clara comprensión de la relación que existe entre las virtudes para agruparlas en familias, y análogamente las familias de vicios que se oponen a ella.
El P. Félix de Jesús Rougier al conocer la estructura de estas familias de virtudes y vicios consideró que es una riqueza de gran utilidad par directores espirituales, para quienes estudian la vida de fe y sobre todo para personas interesada en profundizar en la vida espiritual.
El libro De las virtudes y de los vicios, además de escribir claramente cómo se relacionan las virtudes entre sí a manera de familias, invita al lector a reflexionar en la importancia de vivir desde la experiencia cotidiana las actitudes de Jesús, a las que llamamos virtudes, y de esta forma evitar caer en las actitudes que distorsionan nuestra relación con Dios y con nuestro prójimo, a las que identificamos como vicios.