Yo soy Conchita

Para muestra un botón:

Yo era un chiquillo – cinco, seis años? – cuando mi madre me llevó a conocer a la Señora Armida, que así la llamábamos familiarmente en San Luis Potosí.

-Es una santa, me dijo mi madre, te portas bien. Portarme bien era lo de menos, con ser lo de más. A mi me dio miedo. Miedo de estar con una santa, porque los santos que yo había visto eran estatuas antiguas y mudas, unos santos tristones de ojos lánguidos y túnicas pardas, unos santos inaccesibles a mi altura de niño y de dedal, escondidos en las hornacinas misteriosas de los templos o parados al borde de las cornisas donde empezaba el lejano reino de las campanas, las palomas y las estrellas.

Joaquín Antonio Peñalosa



2 respuestas a «Yo soy Conchita»

Responder a Jennifer Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *